Aunque no se hable mucho sobre ellos, los tejidos del vestido de novia son imprescindibles a la hora de decantarse por uno u otro.
Para ello debes tener en cuenta el lugar donde se celebra la ceremonia. Si, por ejemplo, celebras una boda al aire libre y en verano debes elegir tejidos ligeros que no arrastren. Si, por el contrario, la boda es en la ciudad puedes optar por vestidos con tejidos más gruesos y consistentes que permitan el movimiento.
Tejidos habituales en vestidos de novia
El brocado es una tela de seda con hilos de metal o de seda brillante que forma dibujos o flores y es sumamente elegante. Es un tejido grueso pero no muy ligero.
Otro de los tejidos estrella es el crepé. Se trata de un tejido de lana, seda o algodón con una superficie rugosa. Su punto fuerte es la espectacular caída y suavidad.
Entre las telas brillantes destaca el dupión, un tejido de seda natural con un peso medio. También podemos mencionar el Mikado, de seda natural gruesa y con una textura ligeramente granulada, ideal para vestidos con volumen.
El raso es una de las telas más usadas en la historia de los vestidos de novia. Se caracteriza por tener un tejido uniforme con gran densidad y brillante por un lado y mate por el otro.
Tejidos ligeros y fluidos
La gasa permite lucir vestidos suaves, ligeros y fluidos. Se utiliza especialmente en vestidos vaporosos.
La organza también se utiliza para aportar el aire romántico a los vestidos de novia. Incluso se utiliza en capas para crear faldas con volumen.
En los vestidos lenceros, que triunfan en las colecciones actuales, predomina el satén, ya que es un tejido ligero, con brillo y suave.
Encajes de ensueño
Los encajes no podían faltar, de hecho podemos clasificar como el más elegido entre las novias. Consiste en un tejido formado por hilos que se entrelazan formando figuras, flores u otros motivos.
Dentro de la gama de los encajes, las novias adoran el chantilly por su delicadeza y dulzura. Queda genial en el estilo vintage.
La resistencia de la tela durante la celebración
Cada tela tiene una determinada consistencia que hará que las arrugas aparezcan más tarde o más temprano. Los que más fácilmente se arrugan son los vestidos de satén. En estos casos no olvides llevar una plancha de vapor vertical para plancharlo el mismo día de la boda.
Hay otros tejidos que permiten disfrutar del día sin que aparezcan arrugas, como las construcciones de tul, el encaje, los brocados y damascos.