Al pensar en un vestido de novia la primera imagen que aparece, por lo general, es la de un vestido blanco nuclear y vaporoso. Sin embargo, son cada vez más las novias que quieren romper con las tradiciones y al llegar al showroom de Top Novia optan por vestidos en distintas tonalidades de blanco para su boda. Los más demandados son el marfil, el champagne y el blanco nuclear.
Tonalidades de blanco para vestidos de novia
En la colección de vestidos de Top Novia contamos con vestidos de diferentes tonalidades para que todas las novias encuentren el color perfecto para su boda y para su tipo de piel.
El blanco nuclear es el más elegido entre las novias. Se trata de un color muy luminoso y puro que lo hace inconfundible.
Las novias que quieren lucir un vestido blanco pero de una manera más discreta optan por el blanco roto o natural. Éste tiene un tono más apagado que el color el nuclear, por lo que no es tan brillante.
No falta en las colecciones nupciales los vestidos en color blanco perla, una tonalidad que se aproxima al gris, en tonos plateados y que destaca por el brillo del tejido.
El color marfil o ivory, también conocido como blanco hueso, tiene cada vez más seguidoras, ya que aporta un extra de elegancia y sofisticación. Los vestidos en este color se caracterizan por lucir tonalidades amarillentas y queda fenomenal en diseños con bordados y encajes. Desde Top Novia, aconsejamos este tono a las novias con piel clara.
El beige también es una excelente opción para este tipo de piel, es decir, una tonalidad que se mueve entre los tonos amarillos y marrones.
Otro de los tonos estrella en los últimos años ha sido el champagne, un tono que se acerca al rosa. Este color es perfecto para novias con piel morena y para aquellas que quieren romper con el tradicional color blanco.
En cuanto a la elección del color para el vestido de novia, no existe ninguna regla o protocolo. Las novias pueden elegir un tono que tenga significado, que mejor le siente o simplemente el que sea su favorito.
Complementos a todo color
Aquellas que quieran aportar una nota de color a su vestido, no sólo tienen la opción de escoger un vestido en color, sino que pueden añadir complementos en tonos diferentes.
En estos casos, las asesoras de Top Novia recomiendan incorporar cinturones en colores más llamativos, como rojos, rosas, burdeos… a los que se puede añadir un detalle en pedrería.
¿Por qué se utiliza el blanco en los vestidos de novia?
La tradición de vestir de blanco en la boda es muy reciente, exactamente comenzó a utilizarse en Inglaterra en el siglo XIX. La primera en hacerlo fue la princesa Carlota, prima de la reina Victoria.
Sin embargo, fue en 1840 cuando la reina Victoria de Reino Unido escogió este color para sus nupcias con el príncipe Alberto de Sajonia. En este momento el vestido blanco toma fuerza y finalmente en el siglo XX se impuso como el color estrella de los vestidos de novia. La finalidad de escoger este color era transmitir un significado de pureza e inocencia.
En las bodas celebradas antes de este momento, no existía una línea cromática establecida. De hecho en 1660 la infanta María Teresa de España iba vestida con un vestido negro en su boda con Luis XIV de Francia.
